11 ene 2010

TU PRIMERA NOCHE EN INDONESIA




Serán al rededor de las cinco. En todo caso aún no ha salido el sol y dos gotas de sudor ya compiten por ser la primera en recorrer tu espalda. Te incorporas primero, y te sales de la cama después porque no sportas ni un minuto más el contacto con esas sábanas húmedas y descoloridas que se retuercen de risa por tu falta de costumbre.
El tacto tibio del suelo no alivia tu calor y todo parece conspirar contra tí // tiene que ser el puto jet lag, sí, definitivamente es eso, maldito cambio horario... // pero no, te das la vuelta y ella duerme como un tronco a pierna suelta ajena a los mosquitos que se están poniendo el babero junto a su hombro vírgen.
Al otro lado de la ventana todo resulta igual de siniestro: las bolsas de plástico descansan estáticas sobre la acera rota y cubierta de pis, Las motos se apilan caóticamente callándose sus ruídos tragándose sus humos y las ratas permanecen bajo las alcantarillas porque como a cualquier ser vivo, no les gsta madrugar en Domingo.
Tu único compañero de desvelo es el hipnótico movimiento del ventilador cuyabrisa fresca se vuelve aliento sofocante a los pocos centímetros. Si el agua fuese potable quizás un aso no te sentaría mal, pero te jodes proque no estás en casita de modo que vuelves a la cama y clavas tu mirada en ellas, recién desembaladas, blancas, nuevas e impolutas, sin ni siquiera un abollón, y piensas para tus adentros: pobrecillas, no sabéis lo que os espera, tenéis los días contados. Y con este pensamiento te tumbas con la esperanza de dar una cabezadilla pero en seguida vuelves a reparar en la quietud y el silencio que te marginan, que te abandonan como único sujeto activo y despierto en mitad de la noche, pero lo que todavía no sabes es que no eres el único ya que más allá de la cuidad también hay algo en movimiento.
La auténtica razón de que estés aquí. Solo ella hará que el sudor se vuelva a meter en cada poro para no molestarte más, que las picaduras desaparezcan y el imsomnio sea un rato dulce que sepa a poco para elucubrar fatasías de formas redondeadas, ya sabes de que hablo, ¿no?. Ese será tu momento de gloria, tu ahí adentro, fresquito, feliz y sonriente y el resto abanicándose y deshidratándose. Rezando para que llegue la noche de nuevo, la segunda noche en Indonesia, una noche en la que no te sentirás solo porque ahora ya sabes que no eres el único que no duerme.
El mar tampoco pega ojo y en vez de contar ovejitas envía líneas perfectas sobre los fondos diseñados por ordenador de esta isla en medio de la nada.
Duérmete.
























5 comentarios:

Gema dijo...

Legi, macarra. Así que no te gustan mis libros. já. Pues léete "Zonas Húmedas" de Charlotte Roche y luego hablamos.

Toral dijo...

tengo que hablar un tema contigo tron,, esta vez en serio.

Antuan dijo...

Las fotos son sublimes, sobretodo las que se aprecia el poco fondo en el que rompen esas izquierdas tan perfectas, no sé si algún día iré por esas latitudes...

Saludos desde el med!
Antuan

Anónimo dijo...

joo Le, me encantan las fotos y todo lo que has escrito : )

san

Betty Spagetti dijo...

precioso el texto ... y la segunda foto :)

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